Damián Jorge Calabró, alias “El Gordo Bubu", fue imputado por "tentativa de homicidio con alevosía" en el marco de la causa que investiga el ataque con fuego contra dos hombres en situación de calle que dormían bajo el puente de la Avenida General Paz, ocurrido hace algunas semanas en el cruce con la avenida Bautista Alberdi, en el barrio porteño de Mataderos.
Según pudo saber PERFIL, Calabró terminó de declarar el lunes 3 de junio cerca de las 21 ante Gonzalo Viña, a cargo de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 39 de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque todavía no trascendieron los móviles del hecho, los investigadores consideran que se podría tratar de un crimen de odio o de una venganza por "un problema anterior". Hasta el momento, se encuentra detenido en el penal de Ezeiza.
El Gordo Bubu" tiene 40 años. Vivía en Lomas del Mirador, partido de La Matanza y trabajaba en una heladería de la zona. Fue detenido por personal de la Brigada de Investigaciones de la Comisaría Comunal 9 durante un allanamiento el domingo 2 de junio. Está acusado de prender fuego a dos hombres que dormían bajo el puente de la Avenida General Paz, en el cruce con la avenida Bautista Alberdi, y luego subir el video a las redes sociales, aunque quien realizó la filmación fue una segunda persona que aún es buscada por las autoridades.
José Luis Pallaoro —una de las víctimas, de 38 años— fue atendido en el hospital Del Quemado y a pesar de algunas quemaduras solo sufrió heridas leves, aunque no regresó más a ese lugar. En la filmación del hecho quedó registrado como el detenido se bajó de un auto, roció con un líquido inflamable el colchón de una de las personas, le prendió fuego y roció a la otra víctima del ataque.
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Al verse envuelto en fuego, Pallaoro se despertó sobresaltado y comenzó a sacudirse para apagar las llamas, mientras esto ocurría el conductor del vehículo grabó la secuencia y, cuando se alejaban del lugar, gritó: "Pedazo de rastrero, la concha de tu hermana, gil, puto". De acuerdo a información de la Policía de la Ciudad, el suceso habría ocurrido hace tres semanas y no se habrían realizado denuncias. Al momento de su detención, Calabró estaba escondido en la casa de un familiar en Mataderos.
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Este episodio recuerda a otro triste suceso que tuvo lugar también en Capital Federal. En 2016, un rugbier pateó sin motivo alguno y por diversión a un indigente que caminaba por la calle, mientras sus amigos festejaban la agresión. El joven fue escrachado en Facebook e identificado luego como Julián Cirigliano, un jugador del club San Cirano.
AB/FF
